PUNTOS 29/6/16 (Madhuban): Vivir con el gurú. Vivir independiente

PUNTOS 29/6/16 (Madhuban): Vivir con el gurú. Vivir independiente.

JÚLIA ESTREMS·DIMECRES, 29 / JUNY / 2016

*Algunos piden paz en la mente. Es erróneo utilizar estas palabras. La mente no puede permanecer en paz; nadie puede permanecer sin realizar acciones.* “Aquí, debéis relacionaros unos con otros. Tenéis que representar un papel. Venís aquí para realizar acciones. El alma definitivamente tiene que entrar en la acción. Ahora podéis entender cuanto os habéis alejado de las arenas movedizas de Maya, Ravan. Cuanto más alejado de ellas estáis, más felicidad tenéis. Los que han salido por sí mismos, tendrán el poder para sacar a los demás. La flecha que da en el blanco. Arjuna fue alguien que vivió con su gurú. No hubo un sólo Arjuna. Hay una competición entre los que viven con el Padre y los que viven fuera. Bhil fue alguien que vivía fuera y fue por delante. Se da el ejemplo de uno sólo, pero se refiere a muchos.”

(La mente tiene la meta de no parar, puesto que para hacer acciones, antes se ha de pensar. Por eso se dice que es erróneo hablar de paz en la mente. Es el alma la que quiere paz. Hemos venido a este mundo a hacer nuestro papel, este es el verdadero sentido de la vida, no hay otro. Hemos de procurar no meternos en el pantano de las arenas movedizas de los deseos y del espejismo de las cosas “maravillosas” que nos ofrece este mundo que cada vez es más impuro, Maya (el espejismo), Ravan (los 5 vicios); si en medio de toda la vorágine estamos felices sabremos que no nos hemos metido en eso o que habremos sabido salir de ello; entonces seremos capaces de poder sacar a otros de esas arenas movedizas, sin peligro de que nos atrapemos nosotros en el intento. Arjuna tenia mucha ayuda porque vivía con su gurú, pero Bhil, el nativo, que vivía fuera, fue por delante porque su meta era entrenarse constantemente para dominar el arco totalmente. Eso nos demuestra que no necesitamos ningún gurú si tenemos suficiente determinación. En todo caso, solo necesitamos al Satgurú, Dios el Padre de más allá, el Océano de Amor. Conectarnos con Él, nos da esa determinación.)